Cansado de continuos viajes y dispuesto a buscar un retiro para sus muchos años, decidió con 61 años, trasladarse definitivamente a Barcelona, se habían derribado las murallas y la ciudad era un hervidero de indianos que deseaban fijar su residencia definitiva en la ciudad. En 1873 compro unos terrenos en la calle Fontanella 6, esquina con la calle Rivadeneyra, entonces todavía no existía la plaza de Catalunya y Agustín Goytesolo decidió establecer su domicilio, a la espera de la resolución de la disputa de que se convirtiera la calle en plaza.
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Agustín Goytesolo murió en Barcelona el 20 de marzo de 1886, tanto los hijos como los albaceas de sus negocios en España y Cuba, sufrieron serias discrepancias a la hora de la liquidación y reparto de sus bienes. Durante ese tiempo el edificio estuvo ocupado por Alfombras y Esteras Viuda de Mas Candela hasta el año 1906, en el que el edificio fue ocupado por las Galerías Catalanas que le adoso una cúpula con reloj, la Cervecería Múnich, que también realizaba venta de entradas de algunos teatros alejados (entonces) del centro de la ciudad y la Confitería Guillermo Llibre.
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No fue hasta 1922, que se llegó entre los herederos, al acuerdo de vender el edificio a la Real Asociación de Cazadores de Barcelona, la cual decidió un año más tarde reformar el edificio derribando la torre con la cúpula y el reloj y elevar el edificio en la parte de Rivadeneyra.
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No obstante los nuevos propietarios no lograron los objetivos previstos y decidieron vender el edificio en 1928 al entonces Banco de Vizcaya, el cual contacto con del arquitecto vasco Manuel Ignacio Galíndez Zabala, para derribar el antiguo edificio, construyendo uno nuevo acorde con las necesidades del banco, que fue inaugurado el día 5 de noviembre de 1931.
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Con la fusión del Banco de Vizcaya y el Banco de Bilbao, surgió la necesidad de cerrar uno de los dos edificios existentes en la plaza Catalunya. No había ninguna duda, el del banco de Bilbao era mucho más grande e importante, por lo que se decidió cerrar el edificio, después de varios años cerrado fue adquirido por la multinacional Hard Rock, que adapto una parte del edificio para convertirlo en su sucursal de Barcelona, fue inaugurado el 8 de noviembre 1997, por el entonces alcalde de Barcelona Joan Clos, que se vistió de roquero para dicha ocasión.
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