Convento e Iglesia de San José revisada el 18 de julio del 2019
Edi. Religiosos
En el mismo lugar donde hoy se encuentra el Mercado de San José (conocido como la Boquería), entre los siglos XVI y XIX, fue construido por iniciativa de Juan de Jesus Roca, amigo personal de Santa Teresa de Ávila y San Juan de La Cruz, el primer convento de los carmelitas descalzos de la ciudad. Juan de Jesús Roca recibió la autorización de Felipe II, para construir una pequeña iglesia, que fue inaugurada el 25 de enero de 1586. Posteriormente se construyó con piedra de la antigua fortificación de la puerta sur de la ciudad, el convento de Los Josepets, cuya capilla no se levantó hasta el 1680. | ||
La construcción de la tercera muralla del Raval en el siglo XV, obligo a desviar la riera “d'en Malla” que bajaba desde Collserola hasta el mar, por la actual Rambla de Cataluña, (Rambla se denomina al cauce natural que forman las aguas cuando llueve, cerca de la costa), desviándola a la altura de la calle Caspe, el antiguo recorrido de la riera se empezó a urbanizar convirtiéndolo en las actuales Ramblas. |
Las congregaciones católicas aprovecharon la circunstancia para instalar sus conventos a las afueras de la antigua muralla en los terrenos que hasta entonces quedaban fuera de la ciudad para estar cerca de los feligreses y quedar bajo la protección de ella. Lógicamente eran terrenos amplios en donde poder construir sus conventos, sobre todo en el lado del actual barrio del Raval. Los conventos fueron desapareciendo en 1835 con motivo de la insurrección que produjo la quema de muchos de ellos y la desamortización que se realizó acto seguido. | ||
Posteriormente, se empezaron a urbanizar los diferentes tramos de las Ramblas, que recibieron el nombre a los diferentes conventos allí construidos o de los elementos predominantes en el lugar donde se urbanizaba la zona (Rambla de Canaletas, de los Estudios, de San José (conocida también como la Rambla de las Flores), de Capuchinos y de Santa Mónica), que estaban unidas por Llano de la Boqueria y la Plaza del Teatro. | ||
En el convento convivían la Casa Provincial y el Noviciado que tenía las habitaciones de los frailes, con ventanas que apenas tenían medio metro, que daban al claustro central del convento. En el primer piso, en la parte que daba a la Rambla, los Josepets tenían una imprenta que fue fundada en 1746 y la real fundición o fábrica de letras, que resulto un hecho importante, ya que sólo existía en todo España la construida anteriormente en Madrid. | ||
Esta imprenta fue pionera de las otras imprentas que fueron construyéndose en Barcelona a lo largo de los siglos XVIII y XIX. En 1800, por privilegio de Carlos IV, recibió el título de Real Imprenta. Su director Joaquim Esplugues, inventó en 1833 una nueva máquina de impresión, conocida como la Carmelitana, que le permitió obtener la exclusiva de fabricación por parte del rey. En el mismo piso había una importante biblioteca pública, que en 1665 se amplió y se ubicó en la tercera planta. Provenía de una donación del canónigo Besora que contaba con más de 5.500 volúmenes incorporados el 6 de marzo de 1665. | ||
El convento y la iglesia dedicada a San José, daban a la actual Ramblas y el noviciado estaba construido en la parte trasera con 28 celdas cuyas ventanas estaban abiertas al huerto del convento, dando una visión de paz a los futuros carmelitas descalzos, que eran instruidos por el maestro de novicios, P. Francisco de Jesús Nazareno. La comunidad la componían unos 50 carmelitas. | ||
El día 21 de octubre de 1832, era admitido con hábito de seglar el joven Francisco Palau Quer, que el 14 de noviembre de 1832, juraba el nombre religioso de "Francisco de Jesús, María, y José", firmando con su puño y letra las siguientes palabras: “Yo Francisco hago mi profesión y prometo obediencia, castidad y pobreza a Dios y a la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, al reverendo fray Pedro del Carmen, nuestro padre general y a sus sucesores, sin mitigación y hasta la muerte. Cuando hice mi profesión religiosa la revolución tenía ya en su mano la tea incendiaria para abrasar todos los establecimientos religiosos y el temible puñal para asesinar a los individuos refugiados en ellos”. | ||
La tarde del 25 de julio de 1835, se celebró una corrida en la plaza del Torin ubicada en la Barceloneta, en la que actuaban Manuel Romero y Rafael Pérez de Guzmán, con toros de la ganadería navarra de Zalduendo, fue tan grande la mansedumbre y la pequeñez de los toros, que el público indignado, saltó el ruedo matando el último toro a palos, siendo arrastrado al grito de ¡Lo bou gros! “El toro gordo”. | ||
La muchedumbre enfurecida salió de la plaza asaltando e incendiado los conventos de La Merced, de San Francisco de Paula, de San Sebastián, de San José, que fue atacado cuando los carmelitas se encontraban cenando en el refectorio, Francisco Paula que estaba en el convento, organizó la huida por el jardín, con un grupo de carmelitas en el que se encontraba el padre provincial, el prior y otros nueve religiosos, entre los que se encontraba el carmelita Juan Colomer, ciego que fue guiado por Francisco Palau. | ||
Tras el incendio y después de la desamortización de los conventos, fue demolido y en su lugar fue construida una plaza con grandes columnas rodeada de porches, a la que se trasladaron (de una manera temporal), la totalidad de paradas del mercado al aire libre, que estaba situado en la explanada del Llano de la Boqueria, en donde los vendedores ambulantes y labradores de los pueblos y masías próximas a la ciudad, se instalaban con el fin de vender sus productos y no pagar los aranceles por venderlos dentro de la muralla de Pedro el Ceremonioso. Finalmente se decidió que su emplazamiento fuera definitivo, lo que aconsejo que para evitar las inclemencias del tiempo que sufrían los vendedores y clientes se decidió realizar las obras del techado que se iniciaron el día de San José de 1840. |