El palacete se construyó en el centro de la finca, para ello se arrancaron los pinos de la zona central, en la que se construyó el edificio principal que estaba formado por un pórtico con cuatro pares de columnas de capiteles jónicos, al que se llegaba por unas escalinatas que salían de un jardín en el que destacaba un estanque y un césped muy bien cuidado. Dentro del palacete aparte de los servicios normales de una familia normal, destacaban un salón de música en la que la pieza principal era un gran piano de cola y otra sala de juegos, en que la pieza principal era un lujoso billar. En la parte de la finca que coincidía con Teodora Lamadrid, Bona había construido la de los masoveros. |
En 1950 el nuevamente Eusebi Bona dirigió una reforma de la mansión, posteriormente la finca fue utilizada por algunos directores de cine para el rodaje de sus películas: 1961, Francisco Rovira Beleta, rodó Los Atracadores, con Julián Mateos. En 1964 Estambul 65, dirigida por Antonio Isasi-Isasmendi con Horst Buchholz y Sylva Koscina. |
La gran especulación de los años 60, la falta de visión por parte de José María de José María de Porcioles, por conservar las edificaciones singulares y la avaricia de algunos herederos que preferían lograr unos ingresos sin tener que conservar el patrimonio creado por sus antecesores, propiciaron que las grandes constructoras se fijaran en grandes fincas en las que poder realizar espectaculares construcciones. El Pinar fue adquirido para la construir a partir de 1971, la promoción de viviendas de lujo Jardín Residencial San Gervasio. |
En el 2016 una bisnieta de Heusch, María José Cortinas Heusch: decía: La Finca fue construida con dinero e ilusión, cuando falleció mi bisabuelo, los herederos vendieron la finca a una inmobiliaria. Es muy fácil criticar a la familia, pero me gustaría saber a los que la critican que hubieran hecho ellos en las mismas circunstancias. La Finca El Pinar pertenece a una historia y la historia es de los Heusch, nada más ni nada menos. |