El impacto del premio y el buen servicio ofrecido, hacen que pronto consiga una clientela adicta, que poco a poco iban formando pequeñas tertulias a la hora del café, uno de los más asiduos fue D. Santiago Russinyol, poseía una confortable terraza en la que colgaban reproducciones de artistas conocidos. |
En 1919 l Narcis Plá vendió el edificio a Pich y Pone, los cuales tomaron la decisión de derribar ek edificio y hacer uno de nuevo que es el que hay hoy en día en la plaza. Con la construcción del nuevo edificio “La Luna” volvió a abrir sus puertas, pero jamás volvió a ser en cuanto a decoración se refiere el local modernista de antes. En cuanto a los clientes continuaron celebrando las mismas tertulias de antaño, en se cuenta que (El cronista Lluís Permanyer recuerda que por la noche circulaba de mesa en mesa el que popularmente se denominaba “el chivato” y que consistía en un tipo de comunicado secretísimo y confidencial que daba cuenta del resultados de las recaudaciones de los teatros y locales de la ciudad.) |
Según algunas personas que frecuentaban el local, en las horas nocturnas, fue un referente de los homosexuales que buscaban un mejor ambiente que el que se encontraba en aquellos momentos en el barrio chino, por su cercanía con la comisaria que había en el subterráneo de la plaza Cataluña, el local era una mezcla, de intelectuales, artistas y noctámbulos, algo así como el Café de la Opera frente al Liceo |
Después de la guerra civil el local se españolizo siguiendo las órdenes del gobierno con el nombre de los locales y las marcas comerciales extranjeras y paso a llamarse “La Luna”. |
La Luna desapareció repentinamente el 25 de junio de 1976, poco después la Caja de Ahorros de Madrid Cajamadrid adquirió el local. |